¡Dicho popular es de gran sabiduría! Ya que debido al aumento de horas de luz y el aumento de la temperatura, nuestra bilogía responde segregando fácilmente las llamadas hormonas de la felicidad. Y todo empieza por la melatonina, la hormona encargada de regular los ciclos diarios de sueño en función de la luz (a más luz, menos secreción de melatonina).
El mecanismo es sencillo, como tenemos más horas de luz disminuye la producción de esta hormona lo que a su vez activa la segregación de otras hormonas como la oxitocina, la dopamina y la serotonina, que son las verdaderas causantes de este estado de euforia primaveral.
¡Vamos a conocerlas!
Oxitocina: la hormona del amor
La oxitocina es una de las hormonas que más se revolucionan con la llegada de la primavera. Es la hormona que nos conecta con los demás, da forma a nuestras relaciones afectivas y favorece la creación de vínculos estables. Juega un papel fundamental cuando nos enamoramos y sentimos esa pasión intensa del principio. Por todo ello se la conoce como “la hormona del amor” y la encargada de que se asocie a este período del año como el más activo en cuanto a encuentros sexuales.
Dopamina: la hormona del placer
La dopamina es uno de los neurotransmisores más conocidos de nuestro sistema nervioso y el más importante a la hora de regular nuestra conducta. Es el que nos motiva a ser competitivos, a defendernos de un peligro o a alcanzar una meta personal. Esta hormona también es clave para promover la sexualidad, el deseo y los procesos de seducción. También gestiona el sistema de recompensas del cerebro, que nos hace repetir aquellas conductas (tanto buenas como malas) que de alguna manera nos proporcionan bienestar.
Serotonina: la hormona de la felicidad
La serotonina forma tándem con la melatonina y ambas son las encargadas de regular nuestros ciclos de vigilia-sueño. Como decía antes, el aumento de horas de luz disminuye la producción de melatonina pero aumenta la de serotonina provocando que estemos más despiertos durante las horas de luz. Científicamente se considera que la serotonina es la “hormona de la felicidad” que nos genera sensaciones de bienestar, relajación y satisfacción.
No es de extrañar, que el aumento de esta hormona nos genere un cierto nivel de bienestar psicológico que en su justa medida nos generará un estado de ánimo de felicidad y buen humor. Y como no, este estado de ánimo positivo intervendrá en nuestros niveles de libido y deseo sexual.
Noradrenalina: la hormona de la adrenalina
La noradrenalina es conocida como la hormona del estrés porque estimula la producción de adrenalina y además está implicada en el mantenimiento de la atención, el aumento de la frecuencia cardíaca y el tono muscular, regula el estado de ánimo y está vinculada a la sensación de placer en las relaciones sexuales.
¡Vaya que si! La primavera la sangre altera. ¡Vamos a aprovechar el coktel de Hormonas que produce y a gozarla!
Con amor
Maria.