En el camino del autoconocimiento, muchas veces caemos en creernos los principios terapéuticos o espirituales al pie de la letra, y esto nos lleva a la ansiedad, la culpa y a retraumatizarnos.
No todo lo que no te gusta del otr@ es cosa tuya, no todo lo que rechazas del otr@ te lo tienes que trabajar porque está en ti, no todo lo que ves del otr@ eres tu.
El juego de los espejos tiene su verdad, más muchas veces, simplemente el otr@ tiene otra naturaleza, está en otro momento al tuyo y tiene otras necesidades…
Tu eres responsable de gestionar lo que se te despierta, eres responsable de cómo te vives en esa relación, como respondes… Mas no todo es cosa tuya, también es del otr@. Muchas veces, las mujeres, nos mimetizamos tanto que nos perdemos en el otr@. Dejamos de sentir nuestro espacio personal, ese lugar que te diferencia, que te hace única. Y ahí creemos que todo es cosa nuestra. Que deberíamos ser más conscientes, estar más evolucionadas, que no gestionamos bien nuestras emociones, que no somos suficiente, que lo estamos haciendo fatal…y todo recae en nosotras. Y esto, nos lleva a la trampa de exigirnos y culparnos a costa de nuestra autoestima…
Y NO, no todo es cosa tuya, también está en juego el otr@.
Todo acompañamiento psicoterapéutico, debe ayudarte a discernir donde y como te vives tu en tu espacio personal. Y como interactúas en tus relaciones. Ampliar el conocimiento de tu universo interno, responsabilizándote de ti, sin caer en la trampa de cambiar a base de exigencia y esfuerzo.
Para mí, el secreto está en poner conciencia, en liberar la información oculta en el inconsciente y el cambio se da por si mismo de forma orgánica, sin presión ni esfuerzo.
Cada una tiene su propia naturaleza, cada una esta en un momento dentro del proceso de la vida, cada una tiene su huella energética…
¡Eres única e irrepetible! ¿Qué hay que cambiar? ¿Qué hay que mejorar? ¿No será, que se trata de volver a Ser tu Misma? ¿De recordar y recuperar tu esencia? Simplemente se trata de conocerte, respetarte y amarte. Y de quitar todos esos ropajes que tuviste que ponerte para tirar adelante y te alejaron de ti. Esas capas, que en su día te protegieron y ahora te están aislando y dañando.
Pongo a tu disposición todas mis herramientas y mi propia experiencia.
Maria