Las Resistencias tienen su función, y durante un tiempo ayudaron a todo tu sistema a sobrevivir. Tienes que mirarlas con compasión para que desde la suavidad vayan cayendo.
Si creaste una coraza para protegerte, es porque te sentiste en peligro. Si te aislaste, si te disociaste, si te congelaste, si te olvidaste…es porque algo de ti, se sintió amenazado.
En el acompañamiento que hago en la Asesoría Femenina, aparecen todas las estrategias de protección ante la herida. Y compruebo una y otra vez que es imprescindible crear un espacio de confianza y seguridad para que se vayan disolviendo. Primero en el espacio terapéutico y luego en el cotidiano de cada una.
En la Asesoría, creamos un lugar donde puedes vivenciar que el peligro ya pasó e ir ganando confianza y seguridad par adentrarte en lo nuevo.
A menudo, aquello que nos protege, también nos encarcela, Nos limita, nos bloquea, nos resta libertad…nos impide manifestar una vida plena.
Es muy sano, sentir la fuerza vital que nos empuja a ir mas allá, para que el proceso de maduración y evolución se dé en nosotras.
Puedes acceder a ese lugar seguro dentro de ti, en tu centro, en tu presencia en el AHORA.
Maria