¿Por qué hemos perdido la conexión con el cuerpo? ¡Cuán lejos nos hemos ido de la vida que somos!

Jun 4, 2022 | Bienestar

¡Todo pierde su Sentido al dejar de Sentir! Le hemos dado tanto valor al HACER y al TENER, que nos olvidamos del SER.

Una de las estrategias del patriarcado fue desvincularnos del cuerpo, repudiarlo y dejar de sentirlo. Sin sentir el cuerpo, no hay Vida placentera que valga, no hay disfrute…

Muchas, rechazan su cuerpo por su aspecto, porque no sigue los cánones de belleza establecidos. Peleándose con su naturaleza, intentan adelgazar con dietas represivas, o con tratamientos de estética que las esclaviza.

¡Rechazar tu cuerpo es rechazarte!  

Muchas mujeres viven su cuerpo como un enemigo, en quien no puedes confiar Disociándose de las sensaciones y emociones, sin darles un espacio para sentirlas, para vivirlas le dan todo el poder a la mente, LOCA DE LA CASA, como la llamaba Santa Teresa de Jesús. Ese parloteo, chachara interna o dialogo a veces obsesivo que nos drena la energía inútilmente.

En ese intento de vivir desde lo mental y cumplir con lo establecido la mujer se enferma.

¡Todo pierde su Sentido al dejar de Sentir!

Cuando   vienen a mi consulta y les acompaño a sentir de nuevo, respirar, escuchar su cuerpo y les invito a vivenciar una experiencia nueva…vienen un sinfín de resistencias, bloqueos y sobre todo la falta de entrenamiento para ello, nadie les ha enseñado a estar con ellas, nadie les ha preguntado ¿Cómo te sientes?…

Le hemos dado tanto valor al HACER y al TENER, que nos olvidamos del SER.

¡Para SER has de reaprender a Sentir!

Y si, también fueron introyectos de la infancia, traumas encapsulados en la memoria corporal que una y otra vez quieren ser liberados y algo, no está preparado para sostener dicha información. Tememos liberar y expandir porque llevamos un montón de tiempo en tensión y contraídas. Y si, agobiadas y estresadas, creemos que así estamos a salvo, nos sentimos seguras en el pseudocontrol y con el cortisol a topeeee. Nuestra biología se va adaptando a ello y sufriéndolo, perdiendo salud y calidad de vida.

Y como es muy incómodo sentir aquello que tanto nos dolió. El dolor que está en nuestra memoria corporal y a veces hace por manifestarse y salir, en busca de la sanación y la homeostasis de todo nuestro sistema. Nos evadimos de mil formas, trabajo, compras, adicciones, deporte, redes sociales, series…

Todo podemos utilizarlo para escapar de nosotras y todo puede convertirse en un camino de desarrollo y crecimiento. ¡Depende de la intención, el desde donde! Estamos programadas para escapar, atacar o dormirnos, si no trabajamos para liberar a nuestro cerebro reptiliano del modo de supervivencia.

Si no adquirimos la destreza de despertar nuestra conciencia, si no adquirimos hábitos saludables que nos permitan estar más presentes, dándonos cuenta de lo que se nos despierta en nuestro universo interno en cada instante. Si no habitamos nuestro cuerpo que es el que nos habla con nuestra VERDAD, el que nos avisa cuando algo no nos sienta bien, el que siente y se emociona, el que reacciona y acciona, el que percibe…Somos cuerpo, somos sintientes.

Y hemos venido aquí a crecer, porque el crecimiento y la evolución son inherentes a la vida.

¡Bajar al cuerpo es volver a casa!

El cuerpo es orgánico y nuestra biología es perfecta para ser regulada, equilibrada y armónica.

¡La vida no se piensa, la vida se vive!

Maria Morera