Mucho hemos oído de la niña interior, más en la Asesoría damos un paso a conocer a fondo su verdadera historia.
Desde que nacemos hasta los siete años, somos permeables a todo cuanto escuchamos de los adultos que tenemos cerca, nos creemos sin dudar sus relatos y estos se van insertando en nuestro disco duro como grandes verdades.¡ Aquí nace la mayoría de nuestras creencias, y se construye nuestra personalidad!
El viaje del autodescubrimiento nos llevara a ir hacia esa etapa de vida para atender aquello que la niña escondió, silenció y aguantó…por pura supervivencia. Profundizar en ello, a nivel emocional y psíquico para alcanzar una mayor comprensión de lo que nos ocurre de adultas.
La niña que fuimos no es sólo una parte de nuestra historia, es una energía vital que vive dentro de nosotras en este momento. Nuestra niña interior es parte de nuestro auténtico Yo, el yo que era antes de tener que usar máscaras y asumir un falso yo, con el fin de sobrevivir en la familia y en el entorno social-cultural.
Cuando nos acercamos a nuestra niña interior, empezamos a recuperar nuestra verdadera esencia.
¡Es fundamental, escuchar la voz de esa niña interna para llegar a ser una misma!
El rescate y la recuperación de la Niña Interior es un trabajo que requiere de un tiempo y un espacio, para que esa niña que habita en las profundidades de nuestro inconsciente salga y permita que la rescatemos.
Pregúntate ¿Cómo era yo de niña? ¿Qué me gustaba hacer? ¿A que jugaba? ¿Con quién me sentía a gusto?…
¿Eras la niña buena y complaciente? O ¿Eras la niña rebelde y contestona?
La niña, representa la inocencia, lo espontáneo, el juego, la magia, la creatividad, la frescura, la ternura… ¡esconde la imaginación, el ensueño! ¡ El poder de que todo es posible!
Maria Morera.