Al principio, por ser la elegida, vas a vivir la pasión y el placer al máximo. Vas a encarnar a la poderosa hembra que te habita e iras a lugares donde la fuerza de tu instinto despierto te embriagara y caerás en su hechizo.
¡Un hechizo, si!
Te entregaras cuerpo y alma como jamás antes has vivido. Porque por fin, tienes la sensación de estar protegida y a salvo. Y tu cuerpo fabricara un COKTEL muy rico que como una droga te dejará enganchada. Y cuando eso ocurre, el Narcisista comenzará con su estrategia.
Te intentará, sin que te des cuenta, a aislar.
Te hará sentir insegura con sus ausencias y misterios.
Triangulara la relación con otra u otras mujeres.
Será imposible la comunicación ya que si expresas lo que te ocurre, es un maestro en darle la vuelta y hacerte sentir culpable.
Siempre aparecerá como el inocente.
Ataques de ira y enfados contundentes.
Castigo con la indiferencia, frialdad y silencio alargado en el tiempo.
Se sentirá bien cuando tu estas fatal.
Las celebraciones las saboteara con cualquier excusa…
Sus tretas, te harán caer en picado en la culpa, la desvalorización y el miedo. Y para seguir con ese falso hechizo de amor que te tiene adicta, harás todo lo que quiera, para complacerle y seguir siendo su elegida. Y llegará un momento en que te sentirás una puta mierda. Confundida, perdida y sola.
Y ahí, empieza tu descenso. Cuando te das cuenta de que tu adicción a esas sustancias químicas que segregan tu cuerpo y son despertadas por esta pésima relación, es la química de tu trauma. Que esa relación con el Narcisista te lleva a tu herida mas profunda de desamor y abandono, de maltrato y abuso.
Y, ahi, querida, puede comenzar tu ascenso y tu sanación. Y te aseguro por propia experiencia que duele y mucho.
Mas solo te queda responsabilizarte de ti y tus decisiones y conocerte mas y mas para amarte otro tanto.
O quedarte en la Victima y vivir enganchada al resentimiento de esta gran traicion que te puede amargar la vida.
Si, es una traición.
¡Una gran traición!
Y la traición trae algo.
Y sabes, a mi me trajo dejar de mendigar amor, dejar de someterme, dejar de maltratarme, dejar de ponerme en último lugar… Dejar de sentirme no válida, dejar de pensar que no puedo…
Me trajo amarme y no de boquilla sino de verdad.
Su quieres construirte de nuevo, puedes.
Te aguarda un poderoso camino de regreso a ti.
Te acompaño, si lo necesitas porque yo ya regresé.
Maria